Indicios. Una mirada ética y estética a la Ciencia Forense.
La Ciencia Forense no es un campo monotemático de aplicación del conocimiento. Se puede afirmar que la constelación de
campos del saber que se desarrollan actualmente participa de las dinámicas y deliberaciones de la Ciencia Forense, esto
significa que las artes y oficios, al igual que las tecnologías y las culturas, participan del marco de referencia que se necesita para
la resolución de casos en los que debe intervenir un juez.
La Ciencia Forense apela a la investigación antes que a la especulación, y al investigar, sirviéndose del concurso de múltiples
saberes, distingue las variables que delimitan un problema particular que, dado el campo, se denomina delito. Si bien se tiene la
idea de que la palabra forense hace referencia a las faltas que se puedan cometer en contra de la integridad corporal de una
persona y de su misma vida, no todos los casos forenses implican un daño corporal ni la aniquilación de la vida.
A partir de los aportes de conocimientos fácticos, objetivos, medibles e interpretativos, la ciencia forense apoya y orienta el
ejercicio jurídico en su oficio de procurar e impartir justicia.
El público que visita esta exposición identificará que esta es el resultado de una proyección estética que se ha pensado, a través
de la imagen científica, en las distintas disciplinas que apoyan las ciencias forenses, particularmente la Antropología, la
Odontología, la Dactiloscopía, la Fotografía Criminalística y la Entomología; de tal forma que es posible presenciar en ella hasta
qué punto cada una de estas disciplinas consigue dimensionar a través de la fotografía sus objetos de observación, análisis,
deliberación e interpretación, además de permitir una experiencia estética en el acercamiento a los elementos y objetos reales
que hacen parte de todo el proceso de investigación forense.
Adicionalmente, el público comprenderá cómo se llegan a identificar determinados fenómenos, usualmente enmarcados e
invisibles, que participan en los casos jurídicos. Por ejemplo: la Odontología enseña que no hay ninguna posibilidad de que dos
personas tengan dientes iguales, ya que la constitución genética de cada persona tiene características únicas que la distinguen
de los demás. Desde la Dactiloscopía, se puede identificar el patrón irrepetible de las huellas que cada individuo lleva en las
manos y en los dedos. Asimismo, la Antropología muestra que su único interés no reside en el estudio de los huesos, pues se
han conseguido desarrollar otras variables de identificación de las personas, como la forma de su cara y la historia de vida,
entre otros. La Entomología, por su parte, ilustra que se debe desmitificar a los insectos y verlos como seres valiosos para el
ecosistema, seres que además proporcionan mucha información con respecto a lo que acontece a un cuerpo humano en
descomposición.
Finalmente, la Fotografía Criminalística, una disciplina forense por excelencia, permite conjuntar la información de las otras
disciplinas y, con una mirada fenomenológica y hermenéutica, proporcionar respuestas relevantes a preguntas fundamentales
como la clásica: ¿Cómo pudo ocurrir lo que ocurrió?
Jennifer Hincapié Sánchez
campos del saber que se desarrollan actualmente participa de las dinámicas y deliberaciones de la Ciencia Forense, esto
significa que las artes y oficios, al igual que las tecnologías y las culturas, participan del marco de referencia que se necesita para
la resolución de casos en los que debe intervenir un juez.
La Ciencia Forense apela a la investigación antes que a la especulación, y al investigar, sirviéndose del concurso de múltiples
saberes, distingue las variables que delimitan un problema particular que, dado el campo, se denomina delito. Si bien se tiene la
idea de que la palabra forense hace referencia a las faltas que se puedan cometer en contra de la integridad corporal de una
persona y de su misma vida, no todos los casos forenses implican un daño corporal ni la aniquilación de la vida.
A partir de los aportes de conocimientos fácticos, objetivos, medibles e interpretativos, la ciencia forense apoya y orienta el
ejercicio jurídico en su oficio de procurar e impartir justicia.
El público que visita esta exposición identificará que esta es el resultado de una proyección estética que se ha pensado, a través
de la imagen científica, en las distintas disciplinas que apoyan las ciencias forenses, particularmente la Antropología, la
Odontología, la Dactiloscopía, la Fotografía Criminalística y la Entomología; de tal forma que es posible presenciar en ella hasta
qué punto cada una de estas disciplinas consigue dimensionar a través de la fotografía sus objetos de observación, análisis,
deliberación e interpretación, además de permitir una experiencia estética en el acercamiento a los elementos y objetos reales
que hacen parte de todo el proceso de investigación forense.
Adicionalmente, el público comprenderá cómo se llegan a identificar determinados fenómenos, usualmente enmarcados e
invisibles, que participan en los casos jurídicos. Por ejemplo: la Odontología enseña que no hay ninguna posibilidad de que dos
personas tengan dientes iguales, ya que la constitución genética de cada persona tiene características únicas que la distinguen
de los demás. Desde la Dactiloscopía, se puede identificar el patrón irrepetible de las huellas que cada individuo lleva en las
manos y en los dedos. Asimismo, la Antropología muestra que su único interés no reside en el estudio de los huesos, pues se
han conseguido desarrollar otras variables de identificación de las personas, como la forma de su cara y la historia de vida,
entre otros. La Entomología, por su parte, ilustra que se debe desmitificar a los insectos y verlos como seres valiosos para el
ecosistema, seres que además proporcionan mucha información con respecto a lo que acontece a un cuerpo humano en
descomposición.
Finalmente, la Fotografía Criminalística, una disciplina forense por excelencia, permite conjuntar la información de las otras
disciplinas y, con una mirada fenomenológica y hermenéutica, proporcionar respuestas relevantes a preguntas fundamentales
como la clásica: ¿Cómo pudo ocurrir lo que ocurrió?
Jennifer Hincapié Sánchez